Tu recorrido empieza temprano en Barcelona, donde te encontrarás con tu guía y te subirás a un cómodo y climatizado autobús. En solo una hora, dejarás atrás la ciudad y subirás hasta el monasterio de Montserrat, situado en lo más alto de una montaña con unas imponentes vistas de los alrededores. Además de su belleza natural y arquitectónica, el monasterio presenta «La Moreneta», una estatua de la Virgen del siglo XIX, uno de los símbolos católicos más venerados de Europa. Sobra decir que es de lo más demandado pero, debido a las multitudes que la visitan y de los horarios irregulares, muchos visitantes no consiguen verla de cerca. Con esta visita a primera hora de la mañana, llegarás justo cuando el monasterio abre sus puertas, asegurándote que la verás en primera persona. Si está de peregrinación, tendrás la ocasión de tocarla.
Después, el guía te llevará a visitar la hermosa iglesia y sus capillas, y te contará la historia completa del edificio, que sobrevivió tanto al ejército de Napoleón como a la Guerra Civil española.
Volverás al aparcamiento (justo cuando empieza a llegar la gente) y tendrás una hora y media de tiempo libre para explorar por tu cuenta. Puedes subir al funicular hasta la cima de la montaña para contemplar unas vistas espectaculares sobre las colinas ondulantes que se encuentran por debajo. Podrás explorar el fascinante museo de arte del monasterio, que contiene obras del Greco, Caravaggio o Monet, pasear por el mercado de comida local o simplemente sentarte en la cafetería y disfrutar de una humeante taza de café.
Al mediodía, volverás a subir al bus y, tras una hora de viaje, llegarás a la región del Penedès, famosa por sus cavas. Aquí, las viñas siguen el mismo proceso de elaboración de la zona más famosa del champán. La diferencia está en las uvas. A medida que los viñedos empiezan a aparecer en ambos lados de la carretera, el guía te explicará qué hace que el cava sea tan especial y cómo compite contra sus primos más conocidos, el champán y el prosecco.
Cuando llegues al viñedo, la propietaria, tercera generación de enólogos de una familia que ha dirigido la viña desde hace un siglo, te recibirá y te servirá una comida con productos frescos, como pan artesano, embutidos y verduras. Mientras comes, disfrutarás de la primera de las numerosas catas de cava, con explicaciones de tu anfitriona, una apasionada de su trabajo.
Después de comer, te enseñará la propiedad, mientras te explica con detalle el auténtico proceso de elaboración del cava y cómo han ido cambiando los procesos (o que no han cambiado en absoluto) generación tras generación. Incluso, tendrás la oportunidad de “remover” algunas botellas, un procedimiento que consiste en girar las botellas un octavo de vuelta, cada día, para ayudar a consolidar el sedimento. En la actualidad, se hace con máquinas, pero en esta bodega tradicional, el padre de la familia, de 70 años, todavía lo hace a mano todos los días.
Ahora es el momento de apreciar cómo está hecho con otra cata de 3 de las cosechas más finas, culminando con un reserva de 10 años, que pondría en un compromiso a un mismísimo Don Perignon.
Después de haber comido, bebido y, en este punto, haberte relajado por completo, volverás a subirte al confortable minibús para regresar a la ciudad. Llegarás a las 16:00, justo a tiempo para echarte una pequeña siesta antes de disfrutar de tu tarde en Barcelona.