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Disfruta del apacible ambiente que ofrece el pueblito costero de Doolin, en el condado de Clare, Irlanda.
Doolin es la ciudad que está más cerca de los conocidos acantilados de Moher, uno de los grandes tesoros del país. Podrás contemplar las vistas del océano Atlántico a medida que avanzas hacia los confines de la tierra.
Recorrer el paseo de la costa es otra actividad inolvidable, ya que ofrece unas vistas todavía más panorámicas. También puedes coger el ferri y navegar hasta las islas Aran, las últimas tres al oeste antes de llegar a América. Visitar estas islas puede ser una experiencia reconfortante que incluso puede ayudarte a conectar con tu yo interior. ¿Sentirás lo mismo?
Para ver unos inigualables paisajes rocosos, no te pierdas el parque nacional de Burren. Si te atreves, podrás bajar a la cueva de Doolin para alucinar con la Gran Estalactita, la más grande Europa y que mide ¡7,3 metros de largo!
Si te diriges a la campiña irlandesa, verás un castillo que parece sacado de un cuento de hadas: el castillo de Doonagore. Puedes pedirle a los lugareños que te cuenten su historia y su oscuro pasado.
Pero seguro que te apetece entrar en un típico pub irlandés, ¿verdad? Pues en Doolin encontrarás los mejores. Prueba la comida y las bebidas locales (quizás ya estés pensando en una Guiness), mientras escuchas música irlandesa en directo para amenizar la noche.
Es fácil perderse entre el encanto de esta ciudad de Irlanda, que cuenta con solo 500 habitantes, coloridas y acogedoras casas y tiendas poco convencionales. Vivirás una auténtica aventura irlandesa, en la que los lugareños hablan tanto irlandés como inglés y te recibirán con una cálida bienvenida.