El viaje comenzará en su hotel de Marrakech, en una cómoda minivan con aire acondicionado, y le llevará por un pintoresco camino hasta las cascadas. Esta es una excelente oportunidad para escapar de la ciudad y explorar un lado de Marruecos que no muchos visitantes llegan a ver.
Atraviese numerosas ciudades y pueblos rurales tradicionales marroquíes. Maravíllese ante las impresionantes cascadas de 110 metros que se precipitan por los acantilados. Mientras se deja hipnotizar por las vistas, no se olvide de vigilar a los monos del lugar, que quizá se muestren un poco juguetones con usted.