El Festival Mahler está dedicado a conmemorar los primeros 30 años destacados del ilustre viaje de la Orquesta Sinfónica de Milán. A lo largo de tres semanas cautivadoras, sumérjase profundamente en el encantador mundo de las composiciones atemporales de Gustav Mahler.
En 1901, la vida de Gustav Mahler dio un giro profundo. Ante una grave enfermedad, completó su Cuarta Sinfonía durante un período de convalecencia. En el ámbito de la música, la composición del Scherzo de la Quinta Sinfonía durante ese verano marcó un nuevo capítulo: una Sinfonía que ya no está estrechamente ligada al mundo del Lied y los programas explicativos. La era de las Wunderhorn-Symphonien estaba llegando a su fin, dando lugar a la innovadora exploración de Mahler de la forma sinfónica. Como precursor de este período transformador, los Kindertotenlieder (Canciones para niños muertos) de Mahler ocupan un lugar especial. Sorprendentemente, Mahler escribió estas "canciones para niños muertos" seis años antes de la desgarradora pérdida de su hija María, de cuatro años, una conmovedora anticipación de su propia vida, como está bellamente documentada en el diario de Alma.
Bajo la magistral batuta del director Markus Stenz y la encantadora actuación de la Orchestra Regionale della Toscana - Orchestra Giovanile Italiana, acompañada por la cautivadora mezzosoprano Sophie Harmsen, serás testigo de cómo los Kindertotenlieder y la Sinfonía n.° 4 en sol mayor de Mahler cobran vida como nunca antes.