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Múrmansk es una ciudad ártica verdaderamente especial y ofrece desde la impresionante aurora boreal en el cielo hasta interesantes museos por explorar, así como la posibilidad de conocer a la población indígena, el encantador pueblo sami.
Empecemos echando la vista al cielo. Las auroras boreales son un fenómeno natural de luces danzantes de color verde e incluso púrpura en el cielo nocturno. Durante el día, vale la pena visitar la localidad de Kirovsk, conocida por las montañas Khibiny y sus estaciones de esquí. En el Museo de Piedra (apodado localmente como Big Ben debido a su asemejanza con este monumento) hay muestras de rocas procedentes de todas partes del mundo y una colección de minerales de la península de Kola. También hay un museo de artesanía de hielo con unos 40 salones decorados por artistas rusos, noruegos y finlandeses y conocido como el Pueblo de Hielo.
El mejor lugar para conocer la historia y la cultura del área es el pueblo sami Sam-Syit, donde puedes conocer las costumbres del pueblo indígena sami. En el callejón de los ídolos sagrados, podrás pedir un deseo antes de disfrutar de un paseo en un trineo tirado con renos o un paseo en una banana tirada por una moto de nieve.
En la costa del océano Ártico está el pueblo de Teriberka, donde se pueden ver colinas nevadas, la playa de los Huevos del Dragón y un cementerio de barcos abandonados. Otras atracciones populares de la zona son el monumento Alyosha, es el más alto de Rusia (tras el monumento "Patria") y los sitios históricos de la Segunda Guerra Mundial. Sin olvidar el lugar más famoso de selfies de la ciudad, un obelisco con las coordenadas de la ciudad de Múrmansk, donde no puedes dejar de hacerte una foto para el recuerdo.