Disfrute de un pintoresco viaje a Saint-Tropez, con la opción de desviarse a la encantadora ciudad de Sainte-Maxime. Aquí, opcionalmente, podrá disfrutar de un pintoresco paseo en barco directamente al corazón de Saint-Tropez, donde podrá admirar las espectaculares vistas del mundialmente famoso puerto.
Una vez en Saint-Tropez, déjese llevar por su encanto. Este glamuroso destino es famoso por su bullicioso puerto, sus playas doradas y la animada Place des Lices, donde se mezclan periodistas, artistas y famosos. Pasee por las callejuelas del pueblo, explore las boutiques locales y saboree la gastronomía en uno de sus afamados restaurantes. Sumérjase en el ambiente chic que ha atraído a ricos y famosos durante años. A pesar de su glamour actual, recuerde que Saint-Tropez fue en su día tanto una fortaleza militar del siglo XV como un tranquilo pueblo de pescadores. También tiene importancia histórica, ya que fue la primera ciudad costera liberada durante la II Guerra Mundial.
En su viaje de regreso, no olvide detenerse en Port Grimaud, conocido cariñosamente como la "Pequeña Venecia". Este encantador pueblo costero cautiva a los visitantes con sus encantadores puentes, pintorescas plazas y serenos canales, todo lo cual contribuye a su encanto atemporal.