Son un símbolo del país, por lo que la visita a un santuario de elefantes es imprescindible en su viaje a Tailandia. En esta experiencia de dos horas conocerá la historia de estos gentiles gigantes y comprenderá cómo los proyectos de conservación ayudan a los elefantes nacidos en cautividad a vivir de la forma más parecida posible a como lo hacen en libertad.
El camino al corazón de un elefante es a través de su vientre, por lo que podrá poner manos a la obra y preparar algunos de sus aperitivos favoritos. A continuación, ayudará a dar de comer a los elefantes mientras establece un vínculo respetuoso con los animales.
Caminar a su lado mientras los elefantes se dirigen al río es un momento inolvidable, así que asegúrese de tener la cámara preparada. Por último, podrá verlos en su momento más juguetón mientras se revuelcan en el agua y se dan un baño de barro.