El PNC Park no es solo un estadio, es una obra maestra. Constantemente clasificado entre los mejores estadios de la MLB, ofrece una experiencia íntima con uno de los escenarios más impresionantes del deporte: el horizonte del centro de Pittsburgh y el icónico puente Roberto Clemente que se arquea sobre el río Allegheny. Los Piratas son una de las franquicias de béisbol más antiguas, con raíces que se remontan a 1887. Ver un partido de los Piratas no es solo entretenimiento; es adentrarse en una historia que se ha estado desarrollando durante más de un siglo. Pocos equipos tienen tanta carga emocional y cultural.
En una liga donde los equipos de las grandes ligas dominan los titulares y los precios, los Piratas ofrecen una experiencia refrescante y sencilla. Las entradas y las concesiones están entre las más asequibles del béisbol, y el equipo encarna el espíritu aguerrido y trabajador de Pittsburgh. Aquí no encontrarás ostentación artificial ni brillo corporativo, solo aficionados leales, una tradición arraigada y la oportunidad de enamorarse del deporte en su forma más pura.