Algunos dicen que Homero, al describir la isla encantada de Ogigia, Ulises y la ninfa Calipso, tenía en mente la isla de Mljet. Cierto o no, esta isla es hoy sin duda un paraíso para quienes disfrutan de la naturaleza virgen y la tranquilidad absoluta.
Los principales atractivos de la isla son dos lagos de agua salada completamente rodeados por un espeso bosque de pinos. Disfrute de un paseo en barco por el lago más grande y visite la pequeña isla de Santa María con el monasterio benedictino del siglo XII. Habrá mucho tiempo para nadar, pasear por los lagos o almorzar en uno de los encantadores restaurantes locales.