Conocida como la "Pequeña Dubrovnik", la ciudad de Korcula está llena de lugares de interés histórico y es más que agradable a la vista. Junto con la zona vinícola de Peljesac y el pueblo amurallado de Ston, es uno de los puntos estrella de esta fascinante excursión.
La ciudad de Korcula está situada en una península en la esquina noreste de la gran isla de Korcula. Tras una breve parada en Ston, llegaremos a la localidad tras un paseo en barco por el Adriático desde Orebic. Y una vez que hayas atravesado las murallas de color miel de la ciudad, encontrarás un trozo de Croacia antigua llena de tejados rojos y calles de mármol.
Explora un poco y serás recompensado con lugares como la ornamentada Catedral de San Marcos y la casa donde los lugareños afirman que nació Marco Polo. Sumérgete en las galerías, admira las iglesias o visita uno de los pequeños cafés. El viaje de regreso te llevará a través de los viñedos de la península de Peljesac, donde podrás parar y probar algunos vinos locales.