Uno es el museo más famoso del mundo, el otro es el símbolo del poder de la República de Florencia. Ambos son dos verdaderos iconos de una de las ciudades más turísticas del mundo, Florencia. Con un solo ticket podrás visitar los dos museos en una ruta única, gracias a la apertura del puente que conecta el Museo del Palazzo Vecchio con la Galería de estatuas y pinturas de los Uffizi. Este pasaje es la parte inicial del famoso Corredor Vasariano, que une el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti, pasando por los Uffizi y cruzando el río Arno por el Ponte Vecchio.
Una obra de ingenio, fruto de la inventiva y las habilidades técnicas del arquitecto Giorgio Vasari. El vertiginoso puente cubierto, de más de un kilómetro de largo, fue diseñado y encargado por Cosimo de Médici en 1565, para la boda de su hijo Francisco con Juana de Austria. Como pasillo privado, el Corredor Vasariano permitió a la corte moverse con facilidad y seguridad entre los dos focos principales del poder ducal.
El pasaje colgante en Via della Ninna fue cerrado en el siglo XIX y fue reabierto al público solamente para visitas. Gracias a esta entrada integrada, ahora podrás descubrirlo, visitando los dos museos, con un requisito único por razones de seguridad: reservar la hora para pasar por el corredor, a la hora señalada, dirigirte a su entrada en La Cámara Verde del Palazzo Vecchio. Podrás disfrutar de la bonita vista de las algunas de las obras maestras más brillantes de la historia del arte: desde la Primavera hasta el Nacimiento de Venus de Botticelli, la Venus de Urbino de Tiziano y el Tondo Doni de Miguel Ángel, obras ubicadas en la Galería Uffizi, sin olvidar el Genio de la Victoria de Miguel Ángel en el Salone dei Cinquecento en el Palazzo Vecchio.