Peterhof es uno de los lugares más visitados en San Petersburgo. Ningún jardín se compara con el lujo, belleza y originalidad de este recinto. Es llamado el Versalles ruso. Pero muchas personas llegan a opinar que el lujo es aún mayor que el del famoso castillo francés. Ubicado a treinta kilómetros de San Petersburgo, ya en la desembocadura del río Neva, con el golfo de Finlandia, lo convierte en una ubicación privilegiada, donde se puede apreciar el encuentro de las dos aguas.
Los jardines fueron construidos en la época de Pedro I, para asombrar a los amigos y visitantes. Estas fuentes son una obra de ingeniería, que se aprecia hasta la época. Es impresionante conocer cómo se pudo hacer para que naturalmente el juego de chorros y aguas maravillara hasta hoy a los asistentes.